Miopía. La pandemia del siglo XXI

En las últimas décadas, la sociedad ha experimentado un gran cambio. La llegada de la era tecnológica, y con ella el uso generalizado de dispositivos electrónicos, ha revolucionado nuestro día a día tanto en el ámbito laboral, como en el académico y en el hogar. Es innegable que estos avances nos hacen, en muchos aspectos, la vida más fácil, ahorrandonos tiempo y permitiéndonos mayor eficiencia en el trabajo. Sin embargo, la parte negativa, es que estos cambios en nuestra forma de vida también llevan al incremento de patologías o síntomas que anteriormente no existían o, al menos, no con la misma prevalencia.

Los defectos refractivos son considerados la segunda causa de discapacidad visual a nivel mundial. Las estimaciones globales indican que aproximadamente 312 millones de personas en el 2015 son miopes, cifra que puede ascender a 324 millones para el 2025 y a 4,758 millones para el 2050. la progresión de la miopía puede generar cambios patológicos en la retina que la clasifican como miopía maligna o magna. Esta condición es la primera causa de ceguera en Asia y lo puede ser en Europa muy pronto.

.¿Por qué este aumento en los últimos años de la población miope y por qué se prevé que siga aumentando?

Aunque la herencia sea un factor fuerte en el desarrollo y progresión de miopía (10 veces mayor riesgo cuando en el primer grado de consanguinidad prevalece la miopía), los cambios en el estilo de vida de la sociedad y especialmente de los niños hacen que la miopía se esté convirtiendo en la pandemia del siglo XXI. Muchos estudios encuentran que el tiempo dedicado a la lectura y escritura se relaciona significativamente con la progresión de miopía y otros estudios indican que la exposición excesiva al uso de dispositivos digitales incrementa el riesgo de desarrollo o progresión de la miopía.

Además, Desde el 2007 varios estudios concuerdan que actividades al aire libre pueden detener la aparición y/o el progreso de la miopía. Mayor tiempo en actividades al aire libre se ha implementado en escuelas de Australia, donde gracias a esta medida se ha conseguido detener la progresión de la miopía.

La tecnología y los dispositivos digitales nos han facilitado la vida en muchos aspectos, pero también han producido que los niños hayan sustituido el jugar en la calle o en casa con juguetes que le permitían desarrollar muchas habilidades viso-perceptivas, por pasar horas y horas delante de dispositivos digitales que, además de impedir desarrollar las habilidades que antes se desarrollaban por sí solas jugando, hacen que el sistema visual se quede enfocado en visión cercana, llevando al sistema visual a una situación de estrés, en la cual el sistema de enfoque es incapaz de relajarse para enfocar objetos lejanos. Y esa situación prolongada en el tiempo lleva al desarrollo y progresión de la miopía.

Por tanto, al mas mínimo síntoma, es muy importante la evaluación de la función visual por un optometrista experto en binocularidad (como los optometristas comportamentales) para detectar cuando esa miopía es real o es consecuencia de un estrés del sistema de enfoque,  y poner así las medidas oportunas para solventar el problema. Ya que, de lo contrario, la miopía se establecerá y progresará con el tiempo.

En el caso de que el problema sea de estrés visual los optometristas comportamentales podrán solventar el problema de la mejor manera con distintas herramientas (lentes convencionales, lentes o prismas de rendimiento para disminuir el estrés visual y/o terapia visual para aprender a controlar nuestro sistema visual) y, a la vez, evitar un posible desarrollo y aumento de miopía.

¿Qué podemos hacer para prevenir la miopía?

Como el factor genético no lo podemos controlar, las medidas de prevención van encaminadas a modificar factores ambientales y estilos de vida.

Tomar medidas de higiene visual ayudará a nuestro sistema visual a estar más relajado y evitará el estrés visual de mantener el enfoque y la convergencia en visión próxima durante largos periodos de tiempo. Las principales medidas de higiene visual son las siguientes:

1.- La iluminación es muy importante: hay que estudiar con una iluminación en el techo y otra directamente sobre el plano de trabajo.

2.- La distancia de lectura no tiene que ser demasiado corta. La distancia ideal es, aproximadamente, del codo hasta la primera falange del dedo.

3.- Interrumpir la actividad visual prolongada en visión próxima. Cada cierto tiempo (no más de 1h), enfocar algo en visión lejana a través de la ventana, balcón o saliendo a la calle. Esto ayudará a nuestro enfoque a relajarse.

4.- En cuanto a la TV y móvil: se deben evitar brillos, nunca se debe ver con la luz de la habitación apagada, demasiado cerca ni tumbado en el suelo.

5.- Son recomendables las salidas al campo, a espacios libres o abiertos.

Autor: Álvaro Garcia.

 Optometrista comportamental en Ópticas Florida Inca (Mallorca)

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