Actualmente, la prematuridad está aumentado de forma considerable en los países desarrollados, debido al retraso en la edad de ser madres, el estrés laboral, la popularización de las técnicas de reproducción asistida, los partos múltiples y los problemas de salud maternales como la diabetes, la hipertensión o el tabaquismo.
De este modo, es muy práctico y beneficioso conocer los riesgos que pueden presentar los niños prematuros durante su vida escolar, para prevenir las dificultades con una intervención temprana, través, de un trabajo conjunto y coordinado entre los profesionales de la salud, educación y las familias.
Se considera que un niño es prematuro si nace antes de la semana 37 de gestación.El grupo de mayor riesgo son los menores de 1.500 gramos, que representan el 1% de los nacimientos y los prematuros de menos de 28 semanas –llamados “grandes prematuros”- los cuales, tienen un elevado riesgo de padecer algún tipo de patología y/o alteraciones del desarrollo. Es por ello, que desde su nacimiento estos bebés reciben una atención muy especializada e intensiva para evitar posibles dificultades futuras.
Un niño prematuro nace antes de completar el desarrollo de los sistemas anatómicos y funcionales, y presentan inmadurez en el sistema nervioso, los pulmones y los mecanismos de defensa. Esta condición de especial vulnerabilidad puede perjudicar su correcto desarrollo en la infancia y adolescencia, provocando:
- Retraso motor simple: dificultades de coordinación, torpeza motriz,hipotonía (tono muscular más bajo de lo normal) o también, hipertonía(exceso y tensión del tono muscular).
- Alteraciones sensoriales: hiposensibilidad (niños que se mueven constantemente, con gran tolerancia al dolor, sin coordinación…) hipersensibilidad(niños que se agobian y sobresaltan con facilidad, evitan tocar a las personas, reaccionan con intensidad a ruidos, texturas, luces o alimentos…), o déficits visuales y auditivos, entre otros.
- Problemas de aprendizaje: dificultades con la lectura (no es capaz de reconocer algunas letras, lee despacito y con mucho trabajo, se inventa palabras en vez de leerlas, le cuesta comprender y explicar de forma clara las ideas…), problemas con la escritura (escribe algunas letras al revés, confusión con consonantes, letras de diferentes tamaños y textos desordenados…), o dificultades para adquirir los conceptos matemáticos (escribe los números al revés, tiene dificultad para realizar sumas y restar, imposibilidad para hacer problemas adaptados a su edad, etc).
- Trastornos conductuales: falta de atención, conductas compulsivas e hiperactivas, dificultades al relacionarse con sus iguales o conductas antisociales.
- Trastornos emocionales: temores,fobias o depresión que aumentan la falta de autoestima y la poca tolerancia a la frustración.
Como podemos observar, el niño o niña prematuro puede llegar a presentar algunas dificultades que pueden afectar a algún área de desarrollo específico o a más de uno. Pero si se conocen las posibles alteraciones que pueden presentar estos niños, podremos evitar dificultades escolares que le impidan alcanzar con éxito el aprendizaje.
A NIVEL MOTOR
Los niños prematuros suelen presentar retraso en el desarrollo de la motricidad gruesa, la motricidad fina y la funcionalidad motora, en comparación con los niños de su edad.
Estos déficits motores se pueden observar especialmente, en:
-Las habilidades de equilibrio
-La coordinación dinámica general
-La capacidad de reacción
-La destreza manual
-La habilidad con la pelota
-El control postural
-La escasa fuerza muscular
Todas estas deficiencias motoras favorecen que el niño tenga problemas la orientación espacial; necesario para el aprendizaje de la lectura, la escritura y las matemáticas.
Y problemas con el establecimiento propioceptivo del esquema corporal, es decir, con la percepción que el niño tiene de su propio cuerpo -controlar y corregir movimientos- estrechamente relacionado con los procesos de atención y concentración.
A NIVEL COGNITIVO
Los niños con prematuridad suelen presentar dificultades para el razonamiento, la discriminación perceptiva, el desarrollo conceptual o en las habilidades escolares. Esto suele observarse en actividades que implican:
- El reconocimiento de letras y números
- Memoria
- Velocidad lectora
- Laexpresión de ideas
- Comprensión y razonamiento de problemas
- Vocabulario y fluidez verbal
Todo esto está íntimamente relacionado con la inmadurez que los niños prematuros presentan en el desarrollo sensorio-motor, siendo fundamental para alcanzar una madurez en el desarrollo de los procesos cognitivos superiores.
Es decir, ser capaz de planificar y organizar la información que se recibe del exterior de forma adecuada, para llegar al aprendizaje académico, tener buena motricidad fina,autonomía personal, capacidad de inhibición y regulación emocional.
Atendiendo a todas estas informaciones que ya se conoce sobre los niños que nacen prematuros o muy prematuros, podemos evitar graves problemas de desarrollo y dificultades en el ámbito escolar.
La escuela, junto con la familia, son los encargados en primera instancia de favorecer un entorno óptimo para el crecimiento, por ser los contextos más habituales donde el niño se desarrollará. Los profesionales de la educación deben tener conocimiento sobre las posibles dificultades que un alumno prematuro puede presentar, para saber actuar a tiempo. En coordinación con la familia, los profesionales de la salud y de la atención temprana se podrán ofrecer diferentes caminos que ayuden a saltar los posibles obstáculos futuros y potenciar las capacidades del alumno al máximo.
¡¡CON UNA BUENA PREVENCIÓN NO EXISTIRÁ PREOCUPACIÓN!!
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